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1. Etapas de la producción teórica



En Mitologías concibe a la semiología como un método para el análisis de la ideología. Es en este marco donde define la categoría de mito como habla de la cultura, reinstrumentalizando el modelo de Saussure. Por lo tanto, si el mito equivale al habla, entonces la cultura ocupará el lugar de la lengua en el sistema semiológico. El mito, entonces, puede leerse como la materialización de la cultura y como el objeto de estudio de la ideología.
A partir de las nociones de Significante y Significado, Barthes ubica saberes e historias existentes en la cultura en algún momento de su diseño. El Sentido pasaría a ser aquella noción que sintetiza esos saberes o historia constituida. El Concepto sería la construcción de otros saberes e historia sobre la base de la idea previa, mientras que la Significación correspondería al Mito: aquello que finalmente consumimos y naturalizamos de la cultura.
Barthes describe las operaciones del mito:


- Significación


- Motivación (hay un grupo de decisión que construye el mito)


- Naturalización (el sentido original retrocede, es alienado, y se actualiza en la forma del mito pero con un contenido diferente; se construye como normal, pero esto no implica que sea natural, y de hecho no lo es);


- Despolitización (el mito se muestra como inocente social y culturalmente, cuando en verdad participa en la vida política: cualquier toma de decisiones implica una serie de consecuencias sobre la vida de los otros);


- Ultrasignificación: (el mito aspira a la amplificación del primer sistema, busca sumar significación).


Según Barthes, es la semiología la que se incluye en la lingüística y no a la inversa como lo planteaba el mismo Saussure. La semiología se ocupará, entonces, de las grandes unidades de discurso que la lingüística no puede abordar.



 

 

 

II. Las aventuras semiológicas de Roland Barthes: sistemas de significación



2. Sobre la fotografía

 

Finalmente nos abocamos a los procesos de la connotación que Barthes describe en su análisis de la fotografía.


- Trucaje: hacer parecer algo natural a partir de montajes, deformaciones, etc.
- Pose: reserva de actitudes estereotipadas que se actualizan en la imagen.

- Objetos: sistemas de connotaciones que se proyectan sobre los objetos como si no hubiera una ideología modalizadora, y como si lo connotado se mostrara como denotado (naturalizado).
- Fotogenia: trucajes de la imagen de manera que un objeto parezca más estético, actualizando así un modo de concebir lo "bello" (esto es, lo visible) para una cultura.
- Esteticismo: incorporar marcas formales de textos artísticos a textos que no lo son.
- Sintaxis: el texto no sólo significa en sí mismo, sino también en su articulación con otros textos.
Con esta taxonomía, Barthes se pregunta hasta dónde llegan los alcances de estos procesos de connotación, en contraste con la imagen documental que, en apariencia, es transparente respecto del objeto que refiere.

Roland Barthes (1915 - 1980) fue uno de los principales referentes de la resistematización de la Semiótica (en sus términos, "Semiología") en la academia francesa de fines los años 50 y principios de los 60. En su texto La aventura semiológica Roland Barthes reconoce tres etapas o instancias en su producción:



* Etapa del deslumbramiento por el lenguaje, donde ubica a Mitologías (1957) y Grado Cero de la escritura (1953);


* Etapa de cientificidad, donde desarrolla Semiología (1964) y El Sistema de la Moda (1967);


* Etapa del placer del texto (del significante) donde escribe Análisis estructural del relato (1966); S/Z (1970); El placer del texto (1973) y La lección inaugural (1977).

Roland Barthes

-- Lengua: conjunto de elementos seleccionados de ese nivel previo de escritura.
-- Habla: lo que efectivamente circula, lo visible, seleccionado de esa lengua del nivel fotográfico.
- Nivel de actualización:
-- Lengua: lo que el usuario selecciona de eso que fue propuesto en el nivel fotográfico (su materialización en el sistema de la moda es todo aquello que disponemos en términos de paradigma, esto es, nuestro guardarropas completo).
-- Habla: lo que efectivamente se termina usando en una selección (el sintagma actualizado en una situación determinada).

Esta clasificación nos advierte cómo, cuando se actualiza algo, se está participando en la construcción de un mito, y por ende adscribiendo a una configuración política naturalizada.

Ya en su tercera etapa Barthes se ocupa de la escritura. En S/Z distingue los textos entre “lo escribible” (texto que requiere de la participación del lector) y “lo legible” o lo clásico (textos que cristalizan la lectura y no requieren la intervención del lector, por ejemplo la Biblia, el Código Civil...)
Lo que hace que el texto sea el texto es la intervención semiótica del lector que se lo apropia, esto es, la interpretación. Barthes advierte que buscar la connotación de un texto es indagar en hipótesis explicativas que nos remiten a una explicación fuera del mismo. Según Barthes, de esta manera se puede diferir del texto y a la vez se corre el riesgo de clausurar la lectura.
Barthes plantea una particular teoría de la lectura sin apelar a una responsabilidad metodológica. Propone la instalación de Significantes tutores o lexias, las cuales son el emergente de la explicitación de cortes arbitrarios del significante. Las lexias (o unidad mínima de significado) pueden ser de cualquier extensión y no suponen una metodología previa para determinarlas, sino que son el resultado de una decisión de cada lector. Lo que se desprende de este trabajo de lectura es lo que Barthes señala como el texto esparcido: la división del significante-tutor en fragmentos continuos, que en lugar de homogeneizar el sentido, lo desglosarse, ramificarse y estar en divergencia permanente con una verdad del texto. Por eso mismo sostiene que para comprender un texto es preciso desarmarlo. Barthes propone además un sistema de códigos, grandes grupos de sentido los cuales se presentan en toda lexia (inscribiéndose al menos en uno de estos códigos):
- Hermenéutico: construcción de una verdad interna al texto que se debe develar.
- Semántico: unidades de significado connotativo.
- Simbólico: construcción de signos desde la recurrencia a otros sistemas.
- Proairético: acciones y comportamientos que organizan y generan secuencias de acción.
- Cultural: nociones e ideas que supone un sistema cultural que se actualiza en el texto.

En Semiología y El Sistema de la moda, Barthes se apropia de los postulados de Saussure y los proyecta a otros objetos de la cultura. En clase recorrimos estas reinstrumentalizaciones con el sistema de moda. Hablamos de niveles de análisis:

- Nivel de escritura: grupo de decisión que planifica, diseña y determina las posibilidades de que algo circule o no en una sociedad;
- Nivel fotográfico:

Casos de estudio

1. Mitos y mensaje publicitario

La publicidad, identificada por Roland Barthes como un producto de la sociedad de masas, se caracteriza por absorber y estructurar en su “escritura” lo que las sociedades “hablan”, es decir, los mitos de la cultura o de una cultura determinada. La publicidad, dice Barthes, debe ser pensada en términos de motivación antes que de significación. En toda cultura hay determinados grupos de decisión que producen un habla (el habla mítica) en el que saberes, creencias, objetos y costumbres se organizan en un sistema que opera por diferencias, es decir, en una lengua. En “El mensaje publicitario”, Barthes explica  que, por su duplicidad, la publicidad “dice” de tal manera que reintroduce los grandes temas oníricos de la humanidad.

En este sentido puede considerarse la publicidad como una habla mítica que articula dos mensajes. El caso que elegimos para analizar, la propaganda que promociona la cerveza Quilmes en 2012, articula dos mensajes (uno literal y otro connotado) identificando mitos existentes en la cultura y que se reconocen como tales porque estructuran y naturalizan una diferencia en el modo de entender ciertas prácticas y relaciones sociales. La propaganda de Quilmes escenifica dichas diferencias reproduciendo un sistemas de significaciones previas que se actualizan en la voz de dos grupos confrontados de mujeres y hombres (“¿Desde cuando nosotras estamos gordas y en ellos la pancita es sexi?”; “El hombre llegó a la luna y ahora no podemos llegar a las 10 de la noche...”). El sentido de cada una de estas frases, su sentido literal, pertenece al primer sistema, el sistema linguïstico; pero todas estas frases en su conjunto son tomadas como forma, lenguaje objeto, del segundo sistema semiológico, el sistema mítico. De este modo se toman prestadas por este segundo lenguaje empobreciendo su sentido, convertidas ahora en formas naturalizadas puestas a disposición del mito: el Feminismo y el Machismo. Pero a partir de la escenificación de estos mitos, fundamentalmente de su analogía tomada como forma, se articula un nuevo concepto connotado por la parodia, la ultrasignificación y la despolitización:  “Cuando el feminismo y el machismo se encuentran nace el igualismo”. De este modo el mensaje publicitario escribe un nuevo mito a partir del anterior: “el igualismo”. A través del concepto se implanta en el mito una historia nueva pero también una forma nueva. Mientras el sentido del primer mito se empobrece, se vacía, se distancia, el concepto está determinado, permite reconocer una historia, una motivación, es decir, una causalidad. Pero la inestabilidad del concepto mítico obliga, para su identificación, al empleo de neologismos: el igualismo. En relación a esta sistematicidad inherente a toda lengua, Barthes agrega: “Consolémonos reconociendo que, al menos, el neologismo conceptual no es nunca arbitrario: está construido sobre una regla proporcional muy sensata” (Barthes: 1980, 115). De este modo, sobre los restos de una forma anterior se plantea una forma nueva: Feminismo / Machismo = Igualismo. El mito deforma el sentido, pero no para desecharlo o negarlo. Pero en definitiva, “lo que define el mito es este interesante juego de escondidas entre el sentido y la forma” (Barthes: 1980, 113).

“De hecho, mediante la articulación de dos mensajes, el lenguaje publicitario, (cuando está “logrado”) nos abre a una representación hablada del mundo que el mundo practica hace mucho tiempo, y que es el “relato”: toda publicidad “dice” su producto, pero “cuenta” otra cosa (es su denotación); tal es la razón de que no podamos sino colocarla en el mismo orden que esos grandes alimentos de la nutrición psíquica (según la expresión de R. Ruyer) que son para nosotros la literatura, el espectáculo, el cinematógrafo, el deporte, la prensa, la moda: al tocar el producto mediante el lenguaje publicitario, los hombres le asignan sentido y transforman así su mero uso en experiencia del espíritu” (Barthes: 1985, 243)

Igualismo (Argentina, 2012).

“Cuando el machismo y el feminismo se encuentran, nace el igualismo”

2. El sistema de la moda

Si tomamos el sistema de la moda como un sistema de significación, pueden identificarse los elementos de Semiología que Roland Barthes toma de la Lingüística saussureana. Estos son: Lengua / Habla; Significado / Significante; Sistema / Sintagma; Denotación / Connotación. Nos ocuparemos aquí de la primera y la tercera dicotomía. El habla es un acto individual de selección y actualización. Supone una combinación actualizada de los elementos de  una lengua. En el sistema de la moda, el habla  remitiría a un modo individual de vestir.
 

En una revista de modas se describe el vestido en el nivel de la escritura, pero se actualiza en el nivel fotografiado: las modelos exhiben ciertas prendas de vestir.
Ahora bien, en los "sistemas de recomendación para la moda" que ofrecen sitios en la web como Coquétame se "escribe"un sistema de combinaciones posibles donde se toma como parámetro para su combinación, no lo que los estilistas de la casa sugieren ("puedes ponértelo con..." como en la casa Zara), sino lo que "otros también compraron" cuando compraron esa prenda. Es decir, en este caso, el sistema combinatorio estaría establecido por la lengua, es decir por un grupo de decisión que impone ciertos signos, y por una sintaxis de carácter social, pero los sintagmas que se presentan son articulados por la propia "masa hablante".

Actividad

1. Leer detenidamente  el texto completo “La cocina del sentido” de Roland Barthes.


2. ¿Qué tienen en común el “Cross-selling” [ver artículo], “el menú de un restaurant” y “La revista programación del cable”?


3. ¿Cuál es el interés y la tarea específica de la semiología al tomarlos eventualmente como objeto de estudio? Tomar el siguiente fragmento como referencia para su argumentación.

4. ¿Qué se entiende por “sentido connotado” en la Semiología de Roland Barthes? ¿Qué relación tiene la connotación con la “ideología”?



 

“Si  establezco que el blue-jean es el signo de cierto dandismo adolescente, o el puchero, fotografiado por una revista de lujo, el de una rusticidad bastante teatral, y si llego a multiplicar estas equivalencias para constituir listas de signos como las columnas de un diccionario, no habré descubierto nada nuevo. Los signos están constituidos por diferencias.
Al comienzo del proyecto semiológico se pensó que la tarea principal era, según la fórmula de Saussure, estudiar la vida de los signos en el seno de la vida social, y por consiguiente reconstituir los sistemas semánticos de objetos (vestuario, alimento, imágenes, rituales, protocolos, música, etcétera.). Esto está por hacer”. (Barthes, 1964: 224)

Bibliografía

Barthes, Roland (1957): “El mito hoy” en Mitologías. Buenos Aires: Siglo XXI. Ed. 1980.
 

Barthes, Roland (1964): “Presentación”, “Elementos de Semiología”, “El mensaje fotográfico” y “Retórica de la imagen” en La Semiología. Buenos Aires: Comunicaciones / 4. Ed. 1974.
 

Barthes, Roland (1984): “La escritura del suceso”, “La extranjera”, “Aprender a enseñar” y “Sobre la lectura” en El susurro del lenguaje. Barcelona: Paidos. Ed. 1994.
 

Barthes, Roland (1985): “La aventura semiológica”, “El mensaje publicitario” en La aventura semiológica. Buenos Aires: Paidos. Ed. 1993.
 

Barthes, Roland (1970): “La evaluación”, “La interpretación”, “El texto esparcido” y “El texto quebrado” en S/Z. Madrid: Siglo XXI. Ed. 1980.
 

Barthes, Roland (1943 – 1980): La torre Eiffel. Textos sobre la imagen. Barcelona: Paidos. Ed. 2001.
 

Marty, Eric (2006) “Capítulo 2” en Roland Barthes, el oficio de escribir. Buenos Aires: Manantial.


La bibliografía que te proponemos a continuación servirá para ampliar el tema y para darte más instrumentos en la resolución de la actividad. El equipo de cátedra recepcionará tus avances y te remitirá sus aportes mediante la sección Consultas.

 

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